domingo, 24 de enero de 2016

EXCURSIONES ESTUDIANTILES: 1. AL PARAÍSO EN GUALAQUIZA, ECUADOR.


¿Fue Hiran Binghan el descubridor de Machu Picchu?


   En Andes Magazine-Chile, septiembre 2010, el periodista Rafo León escribe: Cuarenta años antes de Hiram Bingham, un explorador francés estuvo a punto de descubrir la ciudadela pérdida de los Incas. Charles Wiener y Hiram Bingham. Dos hombres, dos destinos. Uno, amante de la justicia y defensor de los derechos del hombre, reportó auténtica información sobre Machu Picchu para así contribuir al saber universal, al margen de su provecho personal. El otro, segundo en determinar la ubicación del sitio inca, se empeñó en diseñar su propia gloria y gozar de sus ventajas. Wiener entró en la historia, Bingham permanece en la polémica. El consenso académico republicano en el Perú consideraba al explorador norteamericano Hiram Bingham como "el descubridor" de la fabulosa ciudad inca de Machu Picchu. Hasta hoy los guías suelen relatar a los turistas durante sus visitas al complejo inca situado en el ingreso a los espesos bosques amazónicos, cómo Bingham fue el primer hombre en enfrentar, un 24 de julio de 1911, la grandeza de estas construcciones ciclópeas sobre una montaña (Machu Picchu: cerro viejo), al pie de otra, gigantesca, que se eleva con una indiscutible simbología ritual (Huayna Picchu: cerro joven).
 
    Sin embargo, una de las menciones más importantes al conjunto inca es la que da el científico francés Charles Wiener en su libro Pérou et Bolivia – Récit de Voyage, publicado en París en el año 1880. Textualmente Wiener acota en su erudito documento: "En Ollantaytambo me hablaron de los antiguos vestigios que había en la vertiente oriental de la cordillera, cuyos principales nombres me eran ya conocidos, Vilcabamba y Choquequirao. Yo había visto este último grupo de ruinas en las orillas del Apurímac, frente a la terraza del Incahuasi. Se me habló aún de otras ciudades, de Huayna Picchu y de Machu Picchu, y resolví efectuar una última excursión hacia el este, antes de continuar mi camino al sur". Fiel al rigor académico en el que había sido formado, Wiener coloca una cita a pie de página en su mención a Huayna Picchu: "Creemos nuestro deber recordar aquí la única nota bibliográfica que se puede relacionar con este sitio, El brillante porvenir del Cuzco, por fray Julián Bovo de Revello, (Cuzco, 1848, p. 26). Solo que Huaina Picchu aparece allí con el nombre de Huaina Pata, lo cual no sorprende mayormente, ya que pata quiere decir colina".
 
    Es la referencia de Wiener sobre la ciudad sagrada de Pachacútec. Mientras tanto, Edgardo Rivera Martínez, quien prologa la edición en español del texto de Wiener, anota: "Fue en Ollantaytambo donde los naturales hablaron a Wiener de los vestigios que había en el lado oriental de la cordillera, y en particular de Vilcabamba y Choquequirao, lugar éste que había sido visitado ya por el vizconde de Sartiges y Léonce Angrand… Mas no se dirigió nunca, por desgracia para él, a la famosa ciudadela (de Machu Picchu), cuyo efectivo descubrimiento pudo haberse adelantado así en unas tres décadas". Los arqueólogos e historiadores peruanos del siglo XIX et XX elogian sin límites la calidad literaria e intelectual de Wiener, además de un espíritu audaz que lo llevó a ingresar en zonas hasta el momento no registradas por expedicionario occidental alguno.
 
Fuente: Viaje al fin del mundo. César Pinos Espinoza. Cuenca, 2015. 

 

MACHU PICCHU 3


MACHU PICCHU 2