A fines de diciembre de 1828 y comienzos de 1829
La Mar con sus tropas pisó suelo lojano. Allí permaneció aproximadamente un
mes. Luego estuvo en Saraguro, en donde
estableció hospitales y sitios para la confección de ropa para sus soldados. Entonces Saraguro tenía 6 mi habitantes, pero
el cura Ordóñez los había alertado y salieron antes de la llegada de los
invasores. Se registra que Urdaneta quemó el pueblo, es decir las casas de paja y los bosques aledaños, para evitar
el regreso de La Mar que se había trasladado a Oña invitado para discutir las bases del tratado propuesto. Se produce la firma de las llamadas “Bases de
Oña”, con el fin de evitar la guerra que al fin se produjo el 27 de Febrero
de 1829, poniendo fin al diferendo con la batalla del PORTETE, siendo vencido el
ejército peruano.
Se dice que vino para esta firma el propio Mariscal
Antonio José de Sucre en enero de 1829, invitado por Manuel Ignacio de
Valdivieso y Carrión, y se hospedó en la casa de la hacienda El Tablón. También
se alojaron allí personajes como el Coronel Daniel O` Leary, uno de los héroes del
PORTETE, mientras Juan José Flores organizaba y daba órdenes desde Cuenca.
Luego de la guerra los campos quedaron
asolados, Saraguro se quemó totalmente, la casa de la hacienda La Papaya se
destruyó y sus cosechas fueron quemadas por
el mismo Urdaneta. Los bosques sufrieron por el fuego y la cantidad tan grande de gente que pasaba por allí
abriendo caminos por doquier.
La reconstruyó 10 años más tarde Mons. Mariano Valdivieso, y se cree que fueron 9 mil los soldados peruanos que por allí pasaron, aunque la cifra parece un poco
exagerada, pues otros historiadores aseguran que fueron 8 mil.
Fuente: Monografía de la Diócesis de Loja. José
María Vargas. 1966
Tarqui Documentado. Ángel Isaac Chiriboga. 1961.
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